El torpedo australiano Ian Thorpe (Sydney, 1982) era apenas una bala de fogueo cuando comenzó en la natación. Su hermana Christina se vio obligada a asistir a la piscina para recuperar una lesión en una muñeca y él descubrió el mágico elemento a los seis años, cuando la acompañaba en sus clases. Un duro descubrimiento porque Ian era alérgico al cloro y tenía que nadar sin introducir la cabeza bajo el agua. Así nacen los genios.
Thorpe se entrenó, se entrenó (¡qué exigente es la natación!) hasta pulir su estilo y excepcionales condiciones naturales. Después llegó la gloria: 11 medallas de Oro en Mundiales, 5 medallas de Oro olímpicas y 13 récords mundiales individuales. Y un buen golpe de suerte, el 11 de septiembre de 2001 no ascendió a una de las torres del World Trade Center porque se había olvidado la cámara de vídeo y quiso regresar a por ella.
En 2006, a los 24 años se retiró, aludiendo desmotivación y ciertos problemas sanguíneos. Desde 2007 crece entre el público la opinión de que se había detectado un exceso de testosterona en los análisis de aquel año. Nosotros nos quedamos con su majestuosas brazadas, su cuerpo mitad humano mitad anfibio, sus famosos trajes para facilitar el deslizamiento sobre el agua. Su carácter afable y sereno. El Torpedo humano.
Ian Thorpe sobre el agua:
Ian Thorpe por debajo del agua: