SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 5 de agosto de 2021

CAMARADA PUTIN, MEDALLA DE ORO


Uno de los principales ganadores y estrellas de los Juegos de Tokio ni es deportista ni es técnico. Se llama Vladimir Putin, camarada presidente y zar de todas las rusias.

¿Por qué merece el podio? En 2017 se descubrió uno de los mayores escándalos del deporte mundial. El dopaje de Estado aplicado por su gobierno, al mejor estilo de la añorada URSS.

Medalla de bronce: Putin logró que, sólo un año después, el COI reincorporase al expulsado y denigrado comité ruso. A tiempo para participar en los Juegos de Pyeongchang y lograr 17 preseas.

Medalla de Plata: Putin evitó que las sanciones afectasen a su selección en el Mundial de fútbol de 2018. Gastó 14.200 millones de dólares para 'asegurar' el desarrollo sin incidencias y vender la nación a todo el planeta.

Medalla de Oro: Putin logró reducir la sanción de suspensión impuesta por la Agencia Mundial Antidopaje en 2019, de cuatro a dos años, y la admisión de sus deportistas en los Juegos de Tokio.

Bajo bandera olímpica, con el concierto para piano de Chaikvoski como himno y con la denominación 'ROC', sí. Pero todos sabemos que es Rusia. Sexta hoy en el medallero, tercera si sumamos todos los metales.

Al exmiembro del KGB, de rictus impasible y torso a veces desnudo, sólo le faltó encender el pebetero. Todo un triunfo. O una clamorosa derrota para olimpismo y el deporte limpio.

Publicado en La Región (5 agosto 2021)