¿Eran necesarios? En 2020 quizá un riesgo. En 2021, una
luz de esperanza en un mundo deprimido por la pandemia. (Por cierto, ¿álguien
va a exigir explicaciones a la dictadura China?).
Si nos ponemos a contar, España logró 17 medallas. Si
vemos más allá, nuestros deportistas lo hicieron lo mejor posible, contando las
extraordinarias circunstancias. El marchador Marc Tur no perdió el bronce a unos
metros de meta. Logró un magnífico cuarto puesto. Mejoremos nuestra mentalidad
deportiva.
En Tokio nacieron nuevas estrellas y se apagaron otras.
Entre ellas nuestra admirada locutora Paloma del Río. Bien definida por
Almudena Cid: "Eres la banda sonora de nuestras vidas".
Los atletas en movimiento, los periodistas relatando
sus hazañas. Gracias a ellos, niños repartidos en todo el mundo se inspiran y
soñarán con imitarles, dejando atrás la guerra, el hambre, el odio y la
miseria.
Es el mensaje y legado del movimiento olímpico. Paz,
igualdad y prosperidad entre los pueblos. Que las generaciones venideras
mejoren lo poco que la nuestra consiguió, gracias al poder universal e
imparable del deporte.