SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

lunes, 9 de agosto de 2021

FORMIDABLES Y MUY NECESARIOS


 Terminaron los Juegos más complicados de la historia del movimiento olímpico. Un esfuerzo titánico que debemos agradecer al Japón, país que afronta una notable crisis económica por la factura del evento.

¿Eran necesarios? En 2020 quizá un riesgo. En 2021, una luz de esperanza en un mundo deprimido por la pandemia. (Por cierto, ¿álguien va a exigir explicaciones a la dictadura China?).

Si nos ponemos a contar, España logró 17 medallas. Si vemos más allá, nuestros deportistas lo hicieron lo mejor posible, contando las extraordinarias circunstancias. El marchador Marc Tur no perdió el bronce a unos metros de meta. Logró un magnífico cuarto puesto. Mejoremos nuestra mentalidad deportiva.

En Tokio nacieron nuevas estrellas y se apagaron otras. Entre ellas nuestra admirada locutora Paloma del Río. Bien definida por Almudena Cid: "Eres la banda sonora de nuestras vidas".

Los atletas en movimiento, los periodistas relatando sus hazañas. Gracias a ellos, niños repartidos en todo el mundo se inspiran y soñarán con imitarles, dejando atrás la guerra, el hambre, el odio y la miseria.

Es el mensaje y legado del movimiento olímpico. Paz, igualdad y prosperidad entre los pueblos. Que las generaciones venideras mejoren lo poco que la nuestra consiguió, gracias al poder universal e imparable del deporte.

"Arigato, Japón 2021". "Salut! París,  2024". Seguimos soñando.

Publicado en 'La Región' (9 agosto 2021)

Versión original de 'La región' (enlace)