SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

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jueves, 14 de agosto de 2008

OLÍMPICOS EN ESTUPIDEZ




Vivimos en Pekín. La Selección de Baloncesto está cumpliendo los pronósticos -antes de la prueba de fuego contra los Estados Unidos- aunque quizá sin la brillantez de un juego que, en ocasiones, podría alcanzar la perfección. Por fin, por fin ha despertado Pau Gasol, quien en Ourenseville disfrutó de unas magníficas vacaciones. Pau, Rudy Fernández y Ricky Rubio -estamos enamorados de su talento- son los más destacados, con puntuales aportaciones del resto. Si Aíto consigue que los Navarro, Calderón, Garbo, Reyes, Marc y companía asuman la idea de rendir a tope durante breves intervalos de tiempo están en disposición de batir a la brutalmente física Estados Unidos. Hasta el partido de Alemania hemos visto un equipo demasiado irregular. Un gigante la mayor parte del tiempo dormido, demoledor durante no más de un cuarto seguido.

Aíto está siendo muy, muy atrevido. El despedido Pepu Hernández tenía un cinco básico -Calderón, Navarro, Pau, Jiménez y Garbajosa- que el nuevo entrenador ha deslabazado por completo. Estoy seguro que Pepu tampoco se jugaría la última posesión del partido contra China en las manos de Ricky (ni hubiese convocado a este niño prodigio o Raúl López). Técnicos diferentes, ideas diferentes. Todos esperamos que este excepcional equipo muestre todo su talento con la motivación extra que supone medirse a los NBA.

Racismo políticamente correcto e imbécil


Resulta que a los ingleses les ha parecido racista una de las fotos de promoción de la Selección Española, en la que los jugadores achinan los ojos (véase arriba). La dictadura de lo políticamente correcto se caracteriza ya por su ámbito internacional. Los sesudos periodistas del diario británico The Guardian fueron los primeros, después secundados por The New York Times y Los Angeles Times (¡qué exige las disculpas públicas de Pau Gasol!). Cualquier niño de preescolar puede entender que la imagen no tiene ninguna intención racista, muy al contrario. Es simpática y original. En todo caso no merece la denuncia de estos rotativos, los cuales podrían dedicar sus páginas a asuntos mucho más importantes.

En Inglaterra se ha recordado una vez más los insultos vejatorios contra Hamilton vertidos por cuatro tarugos españoles con una cerveza de más. Que si somos un país racista y tal, que si nuestro pasado imperialista y tal. Resulta cuando menos sonrojante que los anglosajones, caracterizados por su histórico trato cordial con los africanos y los indios americanos -sin ir más lejos- intenten sentar cátedra sobre el racismo.

La reflexión más profunda es preocupante. ¿A qué punto estamos llegando en Europa con esta mentalidad acomplejada, rendida a lo políticamente correcto? A una estupidez cercana a la excelencia. En eso somos campeones olímpicos.