Racismo políticamente correcto e imbécil
Resulta que a los ingleses les ha parecido racista una de las fotos de promoción de la Selección Española, en la que los jugadores achinan los ojos (véase arriba). La dictadura de lo políticamente correcto se caracteriza ya por su ámbito internacional. Los sesudos periodistas del diario británico The Guardian fueron los primeros, después secundados por The New York Times y Los Angeles Times (¡qué exige las disculpas públicas de Pau Gasol!). Cualquier niño de preescolar puede entender que la imagen no tiene ninguna intención racista, muy al contrario. Es simpática y original. En todo caso no merece la denuncia de estos rotativos, los cuales podrían dedicar sus páginas a asuntos mucho más importantes.
En Inglaterra se ha recordado una vez más los insultos vejatorios contra Hamilton vertidos por cuatro tarugos españoles con una cerveza de más. Que si somos un país racista y tal, que si nuestro pasado imperialista y tal. Resulta cuando menos sonrojante que los anglosajones, caracterizados por su histórico trato cordial con los africanos y los indios americanos -sin ir más lejos- intenten sentar cátedra sobre el racismo.
La reflexión más profunda es preocupante. ¿A qué punto estamos llegando en Europa con esta mentalidad acomplejada, rendida a lo políticamente correcto? A una estupidez cercana a la excelencia. En eso somos campeones olímpicos.