En 2002 la policía de Barcelona fuerza una habitación de un céntrico hotel. Dentro del destrozado recinto impiden en el último momento que un patético individuo se arroje por el balcón. Es lo que queda del ex futbolista del Barça Julio Alberto Moreno (Candás, 1958) quien grita, fuera de sí: "¡Estoy poseído por el demonio!". El demonio de la Cocaína, el que conoció durante su exitosa carrera. De origen humilde, la separación de sus padres le afectó el resto de su vida, así como el atropello de un transeúnte en la M-30 madrileña. El éxito se le subió después a la cabeza. Llegó a esnifar 25 gramos en una noche, alquilaba islas y aviones para fiestas sin límite, pasaba más tiempo en los hoteles con prostitutas que en casa, con sus dos hijas. Su retirada, en 1991, coincidió con una de sus tres separaciones y el incendio de su negocio. Ahí se precipitó su caída libre. En 1993 intentó suicidarse. "Tenía una pistola, pero no me atreví". Tras varios intentos y recaídas, Julio Alberto parece hoy recuperado. Pero el demonio siempre acecha.
Publicado en La Región (28-05-2007).