SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 11 de junio de 2008

EL MARATÓN DE NUESTRA VIDA

Nuestra vida también es deporte. Un maratón sin rumbo fijo, a veces con obstáculos. Nuestras metas son más humildes pero igual de gratificantes cuando se logran. Aprobar la añorada EGB, la Selectividad, terminar la Carrera, sacar el carnet de conducir, estrenar el primer coche, besar a la primera chica, alquilar el primer piso... Son nuestros campeonatos particulares, grabados para siempre en nuestra cabeza, archivos amontonados de los cuales -según los científicos- sólo conservaremos los más gratificantes o impactantes, en el caso de ser desagradables.

Además de estos retos cotidianos, la vida nos permite competir en alguna actividad organizada de nivel muy inferior al de la elite. En mi caso es el baloncesto, donde puedo disfrutar cada año dirigiendo al Aceites Abril de la liga provincial orensana. El pasado domingo nuestro equipo ganó la Copa Diputación, competición por eliminatorias donde predominan la igualdad y las sorpresas. Vencimos al ABO Cafegal, joven y duro rival que nos había derrotado en una preciosa final de liga, varios meses antes.

En esta ocasión estuvimos más acertados y ganamos. Lo bueno de estas categorías es que vencer o perder no tiene las consecuencias trágicas del deporte profesional. Lo cual no exime a los jugadores de un espíritu de combate y un orgullo superior, en ocasiones, al de tantos divos deportivos. Lo mejor, sin duda, es la camaradería que disfrutamos en esta liga, como puede comprobarse en las fotos.

El resumen de la temporada, trofeo en mano o no, siempre es satisfactorio. Intentar que un grupo de 12 personas aúnen su esfuerzo para lograr un fin común es una de las actividades más apasionantes que puedan existir. Intentar que desarrollen sus cualidades de la mejor forma, entorpecer lo menos posible el ritmo del partido y turno de gloria de cada uno, es siempre un reto. Aquí y en Pekín. En el Madison o en el Pazo Paz. En el Pazo Paz o en un patio destartalado. Con Pau Gasol o con Pepito. Siempre es un reto apasionante.

Por mi parte, estoy muy satisfecho por el buen ambiente y las ganas de trabajar del equipo. Estoy contento de quienes llevan más tiempo -Manel, Santi, Juanes, Fosi, Carlos y Ortega- porque mantienen la pasión por el juego y un espíritu de comunión inexpugnable. Estoy contento por la adaptación de los debutantes -Raúl, David, Mate, Víctor y Steven- quienes nos han rejuvenecido. Sólo tengo que lamentar la prolongada ausencia de Alberto, por problemas personales.

Me siento muy orgulloso por el tesón mostrado durante la temporada para superar un 1-4 de partida, abocados al play off por la permanencia. Por meternos en la final a Cuatro de sorpresa y quedarnos a sólo una canasta del título, sufriendo a cuatro lesionados y dos equipos rivales de gran entereza. Muy orgulloso por ver como Víctor y David se recuperaron y regresaron mejor que nunca en la Copa Diputación, siendo claves en el triunfo. Muy orgulloso por comprobar la progresión de Steven y Raúl. El primero durante toda la temporada y el segundo con la explosión en el último partido. Muy orgulloso por asistir a la reconciliación de Mate con el baloncesto, deporte para el cual posee unas cualidades sobresalientes. Muy orgulloso por la pasión e implicación mostrada por mister Fragueiro, quien merece ya mayores responsabilidades. Y muy contento por el apoyo de directivos, amigos comunes, familiares y simpatizantes que nos acompañaron en muchos partidos. Entre ellos, dos personas especiales que nos acompañan desde el día que nos dejaron: David Herrera y Diego Fernández.

Por desgracia, no podré disfrutar de todos la próxima temporada, ya que varios despertaron la atención de equipos de superior categoría. Tienen talento para volar más alto, que nadie corte sus alas. Los demás continuaremos aquí, planteando y disfrutando de nuevos retos. Así es nuestro Maratón de la vida.