SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

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lunes, 3 de diciembre de 2007

LA CRUCIFIXIÓN DE JOAQUÍN BLUME



Existen atletas marcados por la desgracia, muy a su pesar. El gimnasta español Joaquín Blume (1933-1959) realizaba como nadie la figura del "Cristo" en las anillas, pero su trayectoria deportiva fue una lenta crucifixión. Durante la Guerra Civil escapó a Alemania con su padre, de origen germano. Regresó a su término, estableciéndose su familia en Barcelona y destacando Joaquín muy pronto en el gimnasio de su progenitor. Despuntó en el Campeonato de Europa de 1957, con cinco medallas de oro ante los invencibles del Este. Nunca más volvería a desmostrar su talento y cualidades. España no participó en los Juegos Olímpicos de Melbourne 56, y en el Mundial de Moscú 58, por motivos políticos. Juan Antonio Samaranch lo convenció para que, desesperado, no se nacionalizase alemán, y echase el resto en las Olimpiadas de Roma, a los 26 años. No los cumplió. El 29 de abril de 1959 una avión DC3 de Iberia se estrelló en el pico de Toba, entre Teruel y Cuenca. Viajaban Blume, su mujer y sus compañeros. Ninguno sobrevivió.

Publicado en La Región (08-01-2007)