Charles Liston (1932-1971) conocido como Sonny desde que su primer e incauto rival lo menospreciase en público, es el típico ejemplo de boxeador maldito: salió de la nada, tocó el cielo y descendió al fango. Liston fue uno de los 25 hijos de un irresponsable campesino del profundo sur estadounidense. Delincuente, matón al servicio de la mafia, fue arrestado 19 veces antes de ser encarcelado en Missouri. Allí, el padre Alois Stevens encauzó su rabia hacia el boxeo. En unos años se convirtió en campeón del mundo, se casó e incluso se codeó con el presidente Johnson. La derrota, en lamentable estado de forma, contra Muhammad Alí -entonces Clay- en el año 1965 precipitó su caída al infierno. La juergas y escándalos -se le descubrieron dos hijas secretas- su indolencia, terminaron en un apartamento de Las Vegas, donde falleció por una sobredosis de heroína. Se dijo que la mafia (controlaba el 70% de sus ingresos), apostadores rencorosos o "amigos" de los bajos fondos había simulado un suicidio. Siempre se supo rodear bien.
Publicado en La Región (20-11-2006)