SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 28 de diciembre de 2007

SÓLO EL DESAMOR PUDO CON WILMA RUDOLPH


Divina Wilma, ni la segregación racial de Tennesse, ni el sarampión, las paperas, la escarlatina o la neumonía pudieron contigo. Ni siquiera una poleomelitis que te dejó la pierna izquierda inerte. "Esta niña nunca caminará", sentenciaron los médicos. A los 11 años su madre la encontró corriendo en el jardín de casa. La atleta estadounidense Wilma Rudolph (1940-1994) fue la número 20 entre los 22 hijos de la prolífica señora Blanche. En 1960 enamoró por su elegancia y velocidad en los Juegos de Roma. Ganando tres oros, y propiciando el primer desfile de blancos y negros unidos de su tierra en su honor. Pero, a los 22 años, lejos todavía de su madurez deportiva, lo dejó todo porque su vida se tambaleaba. Su marido Eldridge no soportaba ser el segundo. Dos separaciones, otra relación por medio, cuatro hijos... Terminó mendigando entre los suburbios de Los Ángeles. En Roma, hipnotizados por su recuerdo, le ofrecieron una segunda oportunidad. Rehizo su vida hasta que un tumor cerebral cerró sus ojos.

Publicado en La Región (09-04-2007)