El ‘caso Angel Mullera’ ha sido
un bochornoso capítulo más que deja al Atletismo español por los suelos. El
especialista en los 3.000 obstáculos fue apartado del equipo olímpico hace unas
semanas por unos correos electrónicos donde, supuestamente, solicitó
información de productos dopantes. Pero esta suspensión no se hizo en la forma
y tiempo adecuados, así que el corredor recurrió al TAS –el mismo que sancionó
a Contador- y éste ordenó su readmisión inmediata en la expedición española, pese
a las réplicas de la
Federación y el COE. El suplente de Mullera, Sebastián
Martos, tuvo que devolverle la horrorosa equipación oficial, hospedarse en un
hotel londinense y ver la carrera por televisión, mientras los medios recogían entre
atletas y directivos declaraciones favorables o incendiarias contra Mullera.
Este embrollo no podía terminar bien. El catalán tomó el viernes la
salida en una de las series clasificatorias y se cayó en la ría, estorbado por
un rival. Así terminaba una efímera y accidentada participación. Un caso en el
cual todos los implicados son sospechosos.
Publicado en La Región (5-VIII-2012)