A pesar de no contar en los Juegos de la Grecia clásica ni en la
idea original del barón de Coubertain, las mujeres se han ganado con el sudor
de su frente un papel protagonista en el mayor acontecimiento deportivo
universal. Se han introducido en modalidades antes vedadas –boxeo, pértiga,
maratón…- compiten por igual contra los hombres –equitación- e incluso
mantienen un coto restringido en la gimnasia rítmica o natación sincronizada.
Hoy ya son mayoría en la villa olímpica, como en la universidad.
Si alguna destaca
en estos Juegos de Londres es la española que, como canta la copla, cuando besa
y compite, lo hace de verdad. Natación, waterpolo, balonmano, taekwondo,
windsurf, remo, sincronizada... Nos han proporcionado grandes éxitos y nos
mantienen ilusionados ante el televisor, superando las previsiones y a sus
colegas masculinos. Y todos estos logros sin necesidad de discriminaciones
positivas ni las paridas de la paridad que una nefasta ministra se empeñó en
aplicar. Esto sí es igualdad.
Publicado en La Región (10-VIII-2012)