“La perfección es imposible, pero el ser humano
está obligado a perseguirla eternamente”. Esta frase del político y filósofo
español Gonzalo Fernández de la
Mora podría ser el lema de nuestra selección de baloncesto en
la final contra Estados Unidos.
¿El rival es un equipo excepcional? Sí ¿Es
imbatible? No, pero los chicos de Scariolo tendrán que jugar a un nivel cercano
a la perfección para vencer: defensa feroz, control del rebote, mínimos
errores, acierto en ataque y esperar que los NBA no tengan su tarde. También
será imprescindible esa magia y fantasía especial de las grandes citas, de los
hombres sin miedo al destino ni al error ni a las grandes empresas. En Pekín
vimos una España así, y poco faltó para ganar a un rival igual o mejor que el
de hoy.
Como en aquel 2008, España ganó cuartos y semifinal sin convencer, e
incluso había perdido en la fase previa contra los americanos ¡por 37 puntos!
Después se transformó en la final. La ÑBA no tiene la frescura física de
entonces, si bien cuatro años más de sabiduría, nada que perder y el genio de
los mejores.
Publicado en La Región (12-VIII-2012).