El excelente triatleta Javier
Gómez Noya criticó en su una red social el comportamiento de la selección
española de fútbol en los Juegos, con mucha razón. Comprensible fue la
desesperación del joven equipo por la eliminación del torneo, injustificables
los insultos e intimidación al árbitro. Hay que aprender a perder y aprender a
ganar, como enseña la absoluta. Después, Gómez Noya se excedió en su discurso. “No creo que el fútbol deba ser olímpico: no
compiten los mejores y ese rollo de tratar de engañar al árbitro, tirarse,
protestar... No en JJOO”, escribió.
Querido Javier: el fútbol merece ser tan
olímpico como los demás, por repercusión, practicantes, belleza y esfuerzo. En
todos los deportes hay tramposos, no hay más que revisar la lista de
sancionados por dopaje en atletismo, natación, ciclismo y triatlón. También
olvidas la sanción impuesta a tu colega, el británico Harry Wittshire, por
estorbar y empujarte durante el pasado Europeo de triatlón. En todas partes
cuecen habas. El deporte es noble, lo envilecen sus practicantes. Fuerza,
suerte y pasión en tu prueba. No te descentres por tonterías.
Publicado en La Región (31-VII-2012).
Publicado en La Región (31-VII-2012).